Tipos de infiltraciones

AVISO: la información contenida en este artículo es genérica y orientativa, en ningún caso sustituye el criterio de su especialista en traumatología.

Una infiltración es la inyección de una sustancia en el interior de un tejido o articulación que se realiza con un objetivo analgésico. 

¿Qué tipos de infiltraciones existen? 

Infiltración con corticoesteroides 

Están recomendadas en casos de artrosis con inflamación, artritis agudas y tendinitis, fascitis, tenosinovitis y bursitis, cuando otros tratamientos menos invasivos como la terapia farmacológica, la fisioterapia o la diatermia no surten efecto, o la mejora que consiguen no es la deseada. 

Consiste en inyectar un corticoide en el tejido o articulación. Normalmente se aplica con anestesia local. 

Los medicamentos corticoides están derivados de la misma estructura química de las hormonas que se encuentran en las glándulas suprarrenales y que se llaman glucocorticoides.  

Estas hormonas tienen funciones muy importantes en nuestro organismo como mantener los niveles correctos en la sangre de glucosa, participar en el control de la presión arterial y de los líquidos, y funciones en la defensa ante elementos extraños, entre otras.  

Los medicamentos corticoides desempeñan la misma labor que las hormonas naturales que secreta nuestro organismo impidiendo la liberación de sustancias que provocan los síntomas y signos de la inflamación (dolor, calor, enrojecimiento, hinchazón). A su vez, impiden la entrada de nuevas células al foco inflamatorio, de esta manera se evita que se mantengan y/o prolonguen los procesos inflamatorios. 

El efecto de una infiltración de corticoides se prolonga entre unos días y uno o dos meses. 

Se pueden realizar un máximo de 3 infiltraciones anuales con corticoides. 

Estas infiltraciones las puede realizar los traumatólogos, anestesistas, reumatólogos y médicos de familia. 

En Nexus, este tipo de infiltraciones se realizan en la consulta médica  por el traumatólogo. 

Infiltración con ácido hialurónico 

Consiste en inyectar ácido hialurónico sintético en la cavidad articular. Normalmente no requiere anestesia. 

Estas infiltraciones están recomendadas en patologías en que existe una pérdida del ácido hialurónico de la articulación y /o el cartílago. Estas patologías son: artrosis moderada de rodilla y cadera, secuela de roturas de menisco, condromalacia rotuliana, lesiones o úlceras del cartílago de rodilla y tobillo, osteocondritis de astrágalo. 

El ácido hialurónico es una sustancia que se encuentra de manera natural en nuestro organismo cuya función consiste en aportar elasticidad a los tejidos, lo que permite la lubricación necesaria para que puedan ejecutar los movimientos sin dolor alguno. La membrana sinovial de las articulaciones es la encargada de sintetizarlo y secretarlo de forma continua en el interior de la cavidad articular. 

La administración intraarticular de ácido hialurónico puede ayudar a restablecer las propiedades viscoelásticas del líquido sinovial, lo que conlleva una mejora de la movilidad y mecánica articular y alivio del dolor. 

El efecto de una infiltración de ácido hialurónico puede durar hasta 6 meses. 

En sistemas sanitarios como el estadounidense la FDA americana recomienda incluir en los seguros habituales la infiltración de ácido hialurónico cada 6 meses en las rodillas de los pacientes con artrosis leve-moderada ya que disminuye la necesidad de prótesis de rodilla. 

 Este tipo de infiltración debe ser aplicada por un traumatólogo, médico rehabilitador o radiólogo intervencionista debido a que una persona o profesional sin los conocimientos suficientes para que el ácido alcance la articulación podría provocar una reacción inflamatoria en las partes blandas circundantes a la articulación. 

En Nexus, este tipo de infiltraciones se realizan en la consulta médica  por el traumatólogo.

 

Infiltración de plasma rico en plaquetas 

Consiste en inyectar plasma rico en factores de crecimiento extraído del propio paciente en la zona a tratar. Para obtener este plasma, se extrae una muestra de sangre del paciente que, tras ser centrifugada, resulta un líquido rico plaquetas. Normalmente no requiere anestesia local. 

En las plaquetas se hallan los factores de crecimiento que son liberados en el mismo lugar de la lesión, lo que posibilita la regeneración de tejidos y conlleva una disminución o ausencia de dolor. 

Este tratamiento está indicado para afecciones tendinosas, articulaciones con artrosis y otras lesiones del sistema músculo esquelético, tanto agudas como crónicas.  

En las lesiones crónicas, se persigue activar el proceso reparativo que es escaso o nulo. En las lesiones agudas, se persigue acelerar la reparación ya iniciada por el propio organismo. 

La duración del efecto de la infiltración del plasma rico en plaquetas puede llegar a durar hasta 1 año. 

Este tipo de infiltración debe ser aplicada por un traumatólogo, médico rehabilitador o radiólogo intervencionista. 

En Nexus, este tipo de infiltraciones se realizan en la consulta médica por el traumatólogo.